1. La introducción: en ella se da a conocer el tema del texto, se
expone el propósito del autor, los procedimientos a seguir y hechos
a desarrollar. Debe predominar un tono ameno y sugerente con el
objeto de despertar el interés del lector. 2. El desarrollo: en
esta parte, se ordenan lógicamente las ideas, de acuerdo al tipo de
organización expositiva que escojas. Se establece un análisis
objetivo de los hechos proporcionando datos, ejemplos, distintos
puntos de vista sobre el tema, etc. 3. La conclusión: es una breve
síntesis de lo expuesto. En ella se recapitula lo más relevante del
tema tratado y se entrega una conclusión derivada de lo anterior
que puede plantearse como una opinión personal. También, es posible
incluir sugerencias y proyecciones.